El sueño es muy importante para la salud, así como también hemos escuchado frecuentemente que ayuda a la piel a tener un buen aspecto. Sin embargo, otros factores también cuentan cuando se trata de una piel perfecta, como por ejemplo, nuestro estado de ánimo.
La piel, o sistema tegumentario, es el órgano más notorio del cuerpo cuyas funciones se centran en brindar protección al organismo interno de cualquier tipo de ataque externo que pueda causarle daño.
Los sentimientos o estados anímicos de una persona pueden contribuir a que su piel presente un buen aspecto, o no. Efectivamente, cuando el estado de ánimo varía, también se alteran algunas funciones fisiológicas.
Primeramente, conviene mencionar que existe una diferencia entre los sentimientos y el estado de ánimo. Este último presenta intensidades menos elevadas que las emociones, las cuales además pueden durar menos tiempo que el estado de ánimo, el cual se prolonga por más tiempo.
El estrés: Su aparición influye mucho en el cuerpo ya que es posible experimentar caída de cabello, depresión, insomnio, desequilibrio en el peso corporal, molestias cardíacas, entre otros. El estrés también se manifiesta en la piel. Por ejemplo, es posible que aparezca un mayor número de líneas de expresión, e incluso arrugas.